miércoles, 9 de marzo de 2011

Remedios de la abuela para el resfriado y las griposidades

Si usted esta resfriado o engripado (como nosotras) es que ha hecho algo mal (exactamente como nosotras)
Y es que claro, uno se acuerda de Santa Bárbara cuando truena, y de no hacer barbaridades cuando ya está fastidiado.

Hay que decir, antes que nada, que el resfriado/gripe es de lo más fácilmente evitable, hagan los fríos que hagan, y por mucho que nos lo puedan contagiar. Comer bien cada día (es decir, sano, variado, a buena hora, sin pasarse pero con ganas) nos hace fuertes y activos: resistentes a todos estos tipos de enfermedades de “una vez al año”
Puede que paezca un sermón de dietista pero es la más grande verdad, y para prueba una servidora: Una no se costipó en 5 años consecutivos cuando estaba delgada, este año que está gorda (esa es la consecuencia de haber comido muy mal durante meses) : 1 gripe espantosa y al cabo de 2 meses un resfriado espantoso. Bien?

Una vez pegado el autosermón, vamos a los remedios, que de eso se trata.
Estos son en general, aquellos que tiene a mano en su día a día, y que son realmente “medicamentos” naturales. Que lo que pica, cura.

Ajo:
Hasta pastillas de ajo existen, para los quejicas.
El ajo es un antibiótico genial, además de ayudar en problemas respiratorios etc. Es importante tomarlo crudo para aprovechar esas propiedades. La idea es chafarlo y cortarlo en trocitos pequeños de manera que nos lo podamos tragar con agua, sin necesidad de mascarlo.
(Garlic, a natural medicine. YEAHHH!)

Cebolla:
El básico de los básicos! Lo que nos interesa en este caso es el jugo de la cebolla. Puede tomarlo tal cual si es valiente, o mezclado con agua, o simplemente comer cebolla cruda (con pan está genial)

También puede hacer un interesante jarabe de cebolla que no desagradará mucho a los niños de la siguente manera: cebolla picada o cortada en aros mezclada con miel y un par de cucharadas de agua en un frasco de deja macerar. Se escurre bien y se toma el jugo resultante a modo de jarabe para la tos, durante el día y en especial, antes de dormir.

Otra forma curiosa, es cortar la cebolla y dejarla en la mesita de noche, de manera que durante el descanso se inhalen sus vapores. Funciona realmente aliviando la tos y la congestión!

En infusión: preparar una manzanilla con miel y añadir el jugo de la cebolla. Tomar caliente.
(muchas cebollas, mucho arte)

Jengibre:
A ver qué tendrá el jengibre además de cocer como un demonio y oler a colonia! Alivia la fiebre, y funciona como analgésico y antiinflamatorio, además de aliviar la congestión. Por otro lado, da un aporte de calor y energía interna extra, que ayuda a movilizarnos en esos momentos de decaimiento.

Para tomarlo, lo más recomendable es una ligera infusión rallado en crudo. Utilice para esto un rallador de ajo para no dejar grumos y que éste se pueda disolver bastante bien en agua caliente o tibia, añadiendo limón y endulzando con miel.

Puede hacer también una infusión de especias, cortando el jengibre en taquitos pequeños y añadiendo canela, anís, clavo etc. y endulzando con miel. Con la ayuda de estas otras especias conseguirá paliar el picor del jengibre si no le es muy de agrado.
(jengibre: a tope de jengibre)

Miel: Como habrá visto, en casi todas las ideas que les hemos dado aparece la miel. Es beneficiosa para calmar la tos y para tratar el dolor de garganta. Además, es un endulzante que nos aporta energía instantánea no tan agresivo como el azúcar blanco (que tiende a debilitar) Cuanto más oscura es la miel, más concentración de propiedades tiene.
(miel, mala faena...)

Cítricos, vitamina C:
Miel y limón, zumo de naranja… Es en lo primero que uno piensa cuando se empieza a encontrar mal en el frío. La vitamina C no tiene porque ayudarle a uno a curar el resfriado o la gripe. La carencia de vitaminas y el debilitamiento del sistema inmune en general (por una mala alimentación) son los agentes que permiten el paso a las infecciones de este tipo.
Cuidarnos cada día de tomar el aporte necesario de cada alimento bastará para mantenernos sanotes de sobra. Es por esto que al caer enfermos debemos de tomar consciencia de nuevo de nuestra alimentación, y cebarnos de esos alimentos posiblemente hemos estado dejando de lado, como las frutas y verduras.

Tocando el tema de qué comer:
En los días de resfriado/gripe el cuerpo necesita centrar sus energías en “combatir el enemigo” Es por esto que las comidas copiosas o desequilibradas no harán otra cosa que retrasar el proceso curativo. Los antojos, el “hay que comer mucho que estás malito” no valen. Lo mejor es siempre guardar cama, haciendo una dieta líquida o semilíquida, a base de zumos y sopas.
En caso de que no se pueda mantener el reposo, siempre alimentos ligeros, caldos, cremas de cereales integrales y nada de ingredientes artificiales o grasos y mucho menos de origen animal.

Así que ya saben, al mínimo síntoma ¡un buen chute de cosa fuerte del campo y al camastro!

miércoles, 2 de marzo de 2011

Ese ramen adictivo de bolsa, pero casero y vegetal

Quien no ha probado alguna vez el ramen ese tan barato, tan riquísimo, tan apetecible y tan requeteartificial?
Esta vez nos atrevemos a hacer un buen bol de ramen en casa, que tampoco tiene mucho que envidiar al del paquete, y que además de ser más sano, permite una buena ración de creatividad!
(la señora Hiroko, una crack)

Veamos pues, los ingredientes para este caso::

- Fideos finos de ramen: en esto radica el éxito de su empresa. Puede utilizar evidentemente, el tipo de fideo que prefiera: udon, soba o de arroz, aunque nosotros les recomendamos los de ramen, claro está.
- Caldo vegetal: puede hacerlo en casa, o utilizar de pasti.
- Una cucharada (o según guste) de miso.
- Alga wakame (u otros tipo de algas que le gusten)
- Setas shiitake (frescas o deshidratadas)
- Semillas de sésamo
- Aceite de sésamo (unas gotitas)
- cebollino
- opcional – verduritas como: puerro, zanahoria, pimient, brotes de soja
- salsa de soja al gusto.


Como va la cosa:

- Tome por lo menos medio litro de agua o caldo por 100 gramos de pasta.
- Si va a emplear verduritas rehógelas primero. Las setas shiitake del mismo modo.
- Lleve a ebullición el caldo añadiendo las verduras y cocine en él la pasta.
- Cuando la pasta esté algo más cruda que al dente, apague el fuego, añada el alga wakame, y sazone con la salsa de soja. Deje reposar tapado durante unos 3 minutos minutos, o hasta que la paste esté lo cocida que usted guste.
- Cuando se haya bajado el calor, incorpore el miso.
- Justo antes de servir, espolvoree cebollino picado, unas semillas se sésamo tostado y aromatice con unas gotas de aceite de sésamo.
- Listo tiene ya un genial y reconfortante bol de ramen!
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