Como nos gusta hacer las cosas dulces, a continuación nos meteremos brevemente con el azúcar blanco, no sin dejarle después una lista interesante y práctica de endulzantes naturales desmintiendo asimismo, algunos mitos sobre ellos.
Es de cuestionar en nuestro caso cada día, el uso que debemos hacerle al azúcar blanco como alimento. El único pro real del azúcar es que es totalmente neutro, no variará nunca el sabor de la preparación a la que se le añada, pues es una sustancia “pura”, o más bien “purificada” Un compuesto natural al que se le ha eliminado todo menos el hidrato de carbono simple.
Los contras son múltiples: descalcifica (desmineraliza) el cuerpo, crea adicción y no aporta nada más que calorías (vacías). Toda cosa dulce en estado natural, además del hidrato de carbono simple (lo dulce) contiene unas cantidades sensatas de minerales y vitaminas apropiados para que sea utilizado por nuestro organismo sin problemas. En el caso del azúcar, al habérsele eliminado estos acompañantes, hace uso de minerales y vitaminas ya presentes en nuestro cuerpo para poder ser expulsado de éste.
Pero como puede adivinarse, el cuerpo todos los días nos pide en algún momento “azúcar” y es que es una fuente de energía necesaria! La glucosa es un chute de energía natural para el cuerpo, desde la antigüedad los seres humanos han ido en busca de la miel o de la fruta más dulce para saciar ese deseo natural de “chuchería” Y quién se mete con el azúcar? Hubiera estado genial partir una caña de éste y pegarle un buen chupetón. No son el contra del producto de la caña los cuestionamientos nuestros, son en contra de lo que hacen con ella.
El azúcar moreno que venden la mayoría de las marcas, hasta las de herbolario es FALSO. Se trata de azúcar blanca, cristalizada en un tamaño mayor y dada un baño con melaza de caña, que es el producto de deshecho de la desnaturalización del azúcar, en la que quedan todos sus nutrientes como sustancia vegetal.
El azúcar integral no se ve cristalizado, su apariencia es TERROSA, irregular, de aroma muy fuerte y de color marrón oscuro, no necesariamente húmeda.
Para probar que nuestras palabras son ciertas, sólo tiene que echar azúcar “morena” en un vaso transparente de agua, dar unas vueltas y colarlo. Observara como el agua se tiñe de color tostado y que los cristales de azúcar blanca aún no llegaron a disolverse.
Pero no le están timando, porque en el paquete pone: azúcar moreno de caña. Sí, es azúcar, sí es moreno porque ya se encargaron de que blanco no fuera, y sí es de caña porque de la remolacha no la han sacado.
Los únicos azúcares integrales de verdad que hayamos encontrado en el mercado son la panela (entera o rayada) y el azúcar integral “vollrohr” de una marca alemana. La melaza de caña es sin duda el diamante en bruto: todas las propiedades de la caña en una miel, que no son pocas.
Mucha atención! Es el azúcar integral de verdad!
Pero todos estos dulces provenientes de la caña son muy aromáticos para según que preparaciones. Para repostería pueden ser aceptables hasta según que punto, pues los aromas terrosos de éstos pueden combinarse bien con chocolates o vainillas pero en la mayoría de los casos eclipsarán el sabor de la preparación haciéndola, (como en el caso de la endulzada con melaza) incomible.
Ni que decir para endulzar bebidas, infusiones o té. Son totalmente desaconsejables. El único que no arruina su sabor es el azúcar integral falso del que hablamos, precisamente, por ser azúcar blanca en realidad!
Y finalmente, he aquí nuestra lista de endulzantes naturales para sus postres o bebidas:
- Melaza de caña: La nº 1 en propiedades, producto del blanqueamiento del azúcar y pero totalmente desaconsejada para preparaciones. Puede añadírsele una cucharada a galletas o postres, pues aporta minerales y vitaminas, color y su contundente sabor, pero no la utilice como endulzante en sí misma. Por cierto, la venden en el mercadota, a un precio muuuy bueno!
- Azúcares integrales (panela): Se trata del jugo de la caña de azúcar, solidificado y molido. Es recomendable para repostería si no le importa que su fuerte aroma se note en el producto final. Utilice mezclada con miel o melazas más neutras para aplacar su fuerza. Para bebidas como batidos puede ser aconsejable, para tes, tan sólo para el negro o Pu Erh a lo sumo.
La panela la puede encontrar en comercios de productos latinoamericanos, a un precio muy razonable.
Panela en pieza, bastante más fuerte que la que encontrará rayada
- Miel: La miel es casi perfecta. Puede utilizarla para endulzar casi todo pues su sabor no es del todo impertinente y en la mayoría de los dulces de repostería no le variará mucho el aroma final. Puede utilizarla también en bebidas, dando muy buenos resultados incluso para el té, aunque en muy pequeña proporción si no quiere que varíe su sabor: funciona genial con el té negro, rojo e inluso azul (oolong) En el verde y el blanco dependerá de lo sibarita que usted sea pues su sabor se nota bastante.
Es más, de miel tiene a su disposición mil tipos, más suaves y más fuertes. A elegir según su uso y propiedades!
- Melazas (de arroz, manzana, sirope de arce):
Estos productos son GENIALES. La que sin duda se lleva la palma es la de arroz, pues es muy neutra, también muy suave y podrá endulzar con ella hasta el té que más aprecie sin desvirtuar casi su sabor. La melaza de manzana es también muy aconsejable para bebidas pero sí aporta notas ácidas al sabor final. Ambas alternativas son carillas (unos 5€ el bote de no más de 500gr) pero viendo para qué las quiere utilizar, talvez le rente invertir ese dinero para poder disfrutar de una taza de té dulce con todo su sabor y propiedades. Para repostería por supuesto que puede echar mano de éstas, pero aquí sí que le saldrá bastante caro.
Estos productos son GENIALES. La que sin duda se lleva la palma es la de arroz, pues es muy neutra, también muy suave y podrá endulzar con ella hasta el té que más aprecie sin desvirtuar casi su sabor. La melaza de manzana es también muy aconsejable para bebidas pero sí aporta notas ácidas al sabor final. Ambas alternativas son carillas (unos 5€ el bote de no más de 500gr) pero viendo para qué las quiere utilizar, talvez le rente invertir ese dinero para poder disfrutar de una taza de té dulce con todo su sabor y propiedades. Para repostería por supuesto que puede echar mano de éstas, pero aquí sí que le saldrá bastante caro.
- Otros: Como haber, haylos de fructosa, de una planta llamada Estevia y nosabemosquemás. Pero como precisamente ni los hemos probado ni nos sugiere demasiada confianza no les vamos a hablar de algo que no sabemos. Por cierto, la fructosa tal como la venden, es más bien del mismo palo que el azúcar blanco, refinada y sin nada más.
Como conclusión sacaremos un par de cosas importantes:
La primera, que el dulce no es pecado, es una necesidad caprichosa: una necesidad porque al fin y al cabo nuestro cuerpo lo necesita y es caprichosa porque a diario podemos satisfacerla con simples frutas maduras pero tiramos más por los dulces preparados, y ahí es donde entra la sabiduría de las brujas; más frutas para el atracón y las madalenas mejor para el fin de semana!
La segunda, que el mundo real no es azucarado; los zumos de frutas no son azucarados, ni mucho menos las infusiones o el té. Y por el té hablamos especialmente. Sabemos que X cantidad de azúcar convierte un té verde en una golosina, pero si nos acostumbramos a tomarlo sólo o con una mínima cantidad de miel o melaza descubriremos mil matices a los que nuestro paladar no ha estado nunca receptivo.
Aprendamos a saborear el mundo real tal y cómo es, y nos daremos cuenta de los verdaderos dulces que nos brinda la naturaleza.
3 comentarios:
¿Y que hay acerca de el azúcar mascabado? ¿Sería lo mismo que la panela?
Pues la verdad... no lo conozco! Cuentanos tú sobre el! :)
Por lo que pude investigar aquí en internet el mascabado estaría entre la panela (o piloncillo) y el azúcar moreno, en cuestión de refinamiento. Sería como azúcar integral que conserva todas las propiedades nutricionales sin llegar a ser panela, teniendo un poco más de procesamiento.
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