Esta es aquella ensalada de repollo que se hacía y se hace en el pueblo manchego de mi querido señor padre, y que nos hacía en invierno aquí en las tierras del levante triunfando en sobremanera. Triunfando pero a veces no pudiéndose ni comer de tanto ajo que metíale el hombre. Veamos pues, la ensalada original pero con la techne revisada.
(no, esto no lo he hecho yo, no tengo tanto tiempo libre)
Necesitará usted:
- un repollito entero o un repollote a mitad.
- Una lata de tomates pelados del tamaño grande. O 6 ó 7 tomates pera pelados (para esto hay que blanquearlos) y zumo de tomate. En resumen, una lata de tomates pelados.
- Hojas de laurel o laurel en polvo si quiere que realmente deje sabor.
- Aceitunas verdes deshuesadas. Como no se tenía se ha utilizado las aceitunas negras secas del pueblo.
- Vinagre
- Sal
- Aceite de Olivia la virgen
Entonces:
- Prepárese el repollo cortándolo fino eliminando los tronchos y partes gruesas. Píquese bien fino.
- Mézclese bien con sal y déjese en un colador a escurrir un par de horas.
- Pasado este tiempo lávese el repollo a conciencia en agua para eliminar la sal. Repítase esto hasta que deje de ser un salitre. No lo deje en remojo por dios! Escúrrase el exceso de agua.
- A continuación sepárese el caldo de los tomates y bátase con un par de dientes de ajo (un par o dos, o 3, o 5 cabezas de ajo dependiendo lo bestia que sea usted)
- En el recipiente para la ensalada estrújese con las manos los tomates, añádase 1/3 de vaso de vinagre aprox. el laurel, las aceitunas partidas o no, el jugo del tomate ya preparado y el repollo. Añádase también un par de cucharadas de aceite del más maravilloso que tenga.
- Mézclese todo bien y déjese reposar fuera de la nevera unas horas. Después consérvese en la nevera. Pasado un día estará inmejorable para consumir.
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